la vibra de un tempo nos invadio
y empezamos a nadar
con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras energias
con todo lo que adentro nuestro crecia
el corazon se hacia grande
y nosotros, todos pegados, bailando a la par
eramos como un tazon de gelatina que se sacude y comienza a temblequear
las paredes vibran tanto
que en cualquier momento la gelatina se va a comenzar a elevar
y al final,
cuando termine por estallar
no habra una forma demasiado formal
mas bien seran un monton de cuadraditos deformados
esparcidos entre el aire del lugar.
Alan Paul Blanc.